Todas las plantas, sea del tipo y variedad que sea, necesitan unos cuidados concretos. Pero al igual que pasa en otros ámbitos, hay plantas que toleran mejor que otras los descuidos, ya que necesitan menos cuidados que otras más delicadas.

No todo el mundo tiene la misma mano para las plantas ni el mismo tiempo disponible para cuidarlas.

El hecho de tener poca experiencia o de tener vidas muy ocupadas no tiene porque privarnos de la oportunidad de disfrutar de las plantas en nuestro hogar u oficina.

Vamos a presentar una selección de 6 plantas de interior que, además de bellas, son resistentes y requerirán muy poco de nuestro tiempo y atención. Comenzamos:

 

1. Suculentas

Estas plantas se han convertido en unas habituales en muchos hogares e incluso en oficinas. La clave está en su tamaño (suelen ser pequeñas) y que no hace falta tener mucha mano para las plantas, que siempre las tendremos en buen estado.

Un aspecto fundamental del cuidado de estas plantas es que son familia de los cactus, por lo que necesitan recibir muy poca agua durante el año. Especialmente en invierno mucha menos. Sus hojas gruesas almacenan agua, por lo que realmente nos podemos “olvidar” de ellas durante días que no por eso perderán su buen aspecto.

Tan solo tenemos que asegurarnos de que reciben suficiente luz solar al día, ya que esta sí que la necesitan y mantener el sustrato bien drenado, para evitar que las raíces se pudran.

Ejemplos de plantas suculentas típicas son: la echeveria y el kalanchoe.

 

2. Pothos

El pothos es una planta muy resistente que si bien necesita cierta exposición tamizada a a luz solar, también puede sobrellevar estancias con poca luz.

Tampoco sufre en demasía si no se le riega con frecuencia, por lo que también es una planta ideal para los que no tienen mucha experiencia o con quienes no pueden dedicarles mucho tiempo a cuidarlos.

Sí que necesitan bastante humedad ambiental, algo que no siempre es fácil de conseguir, especialmente por culpa de los aires acondicionados en verano y la calefacción en invierno. Podemos solucionar fácilmente este problema pulverizando con cierta frecuencia las hojas con agua tibia.

 

3. Pata de elefante

La beaucarnea o pata de elefante es una planta de interior muy elegante, sobre todo por su tronco, que se ensancha en la base tomando una forma muy interesante que recuerda a la pata de un elefante.

El engrosamiento de la base del tronco actúa como reserva de agua necesaria para tiempos de sequía (proviene de Mexico), por lo que no debemos estar muy pendientes del riego.

Nos aseguraremos de mantener el drenaje de la planta, añadiendo una capa de arcilla expandida antes de añadir el sustrato.

Es una planta fuerte y se da bien en interiores. La ubicaremos en un lugar donde pueda recibir luz solar de forma indirecta. Por lo demás, no necesita ningún otro cuidado especial.

 

4. Sansevieria

La sansevieria es una planta muy utilizada para decorar y además es muy resistente: necesita poca luz o poca agua. Por ello, es una planta crasa muy adecuada para la gente que no tiene mucha mano con las plantas.

Es importante que tenga un buen drenaje. Para ello, colocaremos unas piedras o pequeños trozos de barro en el agujero del contenedor.

El sustrato que utilizaremos debe ser uno especial para plantas crasas, es decir, debe tener mayor proporción de arena.

Es bueno abonar la sansevieria y lo haremos en este caso con un abono especial para plantas crasas.

No necesita ningún cuidado especial más y es una planta a prueba de los mayores descuidos.

 

5. Claveles del aire

Si hay una planta que apenas necesita cuidados, el clavel del aire (Tillansia) se lleva el primer premio. Tal y como su nombre indica, el clavel del aire ni siquiera necesita tierra para crecer ya que, literalmente, se pueden colgar en el aire, colocarlas en un estante, jarrón, etc.

Tan solo necesitan que las mojes durante dos horas cada 10 días. También se le puede suministrar de vez en cuando un abono específico para Tillandsias, que podemos encontrar fácilmente en los centros de jardinería.

 

6. El Anturio

El anturio es una de las plantas más vistosas que solemos utilizar en el interior de nuestros hogares. Sus brillantes hojas de tonos rojos florecen constantemente durante todo el año.

Además de su incontestable belleza, otra virtud de esta planta es que es muy fácil de mantener ya que necesita muy pocos cuidados.

Tan solo tenemos que asegurarnos de mantenerla en un ambiente húmedo (podemos pulverizar sus hojas con cierta frecuencia) y ubicarla en un lugar donde reciba unas cuantas horas de luz solar al día, pero sin que le llegue a dar el sol de forma directa.

Teniendo en cuenta estos pocos consejos, no será necesario estar muy pendiente de ella para que mantenga su vigor y belleza durante años. No excedernos con el riego. Entre riego y riego asegurarnos de que el sustrato esté seco.