Es hora de desenfundar los muebles del jardín y la terraza y sentarse a disfrutar del buen tiempo y de la gran exhibición de las flores de mayo.

Así, los trabajos, que no cesan, serán mucho más placenteros.

Tareas generales de mayo

Regar. El riego automático debe funcionar ya a pleno rendimiento. Las plantas notan el calor y necesitan su ración de agua, especialmente las que viven en tiestos y contenedores: arces, rododendros, madroños, citrus, jazmines, clemátides, rosales… y, por supuesto, los bonsáis.

Si las riegas a mano, hazlo entre tres y cuatro veces por semana.

Abonar. Las anuales, bianuales y vivaces necesitan abono completo dos o tres veces a lo largo de la primavera.

Las plantas que viven en tiestos pierden con gran facilidad los nutrientes, de modo que hay que suministrárselos cada 15 días o mediante bastoncillos que se entierran en el sustrato.

Los que se acaban de plantar deben abonarse a partir de las dos primeras semanas.

Controlar las plagas. Es una tarea clave, ya que están en plena actividad y pueden causar daño fácilmente.

Plantar, trasplantar, cambiar de tiesto. Todavía se pueden acometer estas operaciones con árboles, arbustos, setos, trepadoras y plantas de interior.

Rododendros y azaleas se plantan y trasplantan cuando están en flor.

Las palmeras de interior se trasplantan ahora o en junio.

 

Árboles, arbustos y trepadoras

Mima a tus rosales

Este mes, los rosales están en su máximo esplendor, pero necesitarán un trato especial para seguir floreciendo en abundancia durante semanas.

Riégalos por goteo, así no se mojan las hojas ni las flores. Si lo haces a mano, que sea cada tres a cuatro días.

Vigila las plagas, especialmente los pulgones, que deforman los capullos, y la aparición del oídio.

Abónalos una vez al mes. Pinza las flores marchitas cortando por debajo de la tercera o cuarta hoja.

Poda los chupones, que les quitan fuerza. Escarda las malas hierbas del sustrato.

Plantar azaleas y rododendros

Azaleas y rododendros se plantan o se cambian de tiesto en plena floración. Recuerda que prefieren un suelo ácido, de modo que deberás utilizar un sustrato para acidófilas.

Estos arbustos se caracterizan por tener raíces muy finas, por ello es tan importante que la tierra esté siempre húmeda (no encharcada).

Vigilar el riego es clave, cualquier descuido puede dejarte sin planta.

 

Plantas de flor

Desentierra los bulbos de primavera

Aprovecha para retirar de la tierra los bulbos de tulipanes, narcisos y demás bulbosas cuya floración ha terminado.

Espera que las hojas se sequen del todo antes de desenterrarlos. Límpialos de tierra y guárdalos en un lugar oscuro y seco hasta el próximo otoño.

Si vives en una zona húmeda rocíalos con un antifungicida.

Regenera los geranios

Si tus plantas de geranios se ven leñosas y larguiruchas, con poco follaje y flores escasas, puedes regenerarlas ahora.

Corta las ramas más largas por encima del segundo par de buenos brotes y pinza a mano la punta de los brotes restantes por encima del segundo par de hojas. De paso obtendrás esquejes.

 

Plantas de interior

Riégalas y rocíalas

Hace más calor, por lo tanto riega más a menudo tus plantas de interior. En general, la tierra debe secarse entre riego y riego.

La excepción son los helechos y azaleas, cuyo sustrato siempre ha de estar moderadamente húmedo; no te descuides y riégalos por inmersión unos 5-10 minutos, mejor si es con agua de lluvia o reposada.

Aumenta la humedad ambiental con pulverizaciones de agua.

Hora de salir a la terraza

Muchas plantas que durante el invierno se mantienen dentro de casa, como el aloe vera, la planta del dinero (Plectranthus australis), los cóleos, cintas y bromelias, agradecerán ser llevadas al aire libre para recibir luz natural (cuidado con el sol directo) y, si es posible, agua de lluvia. Los cóleos recuperarán así su cromatismo.

 

Huerto

Controla las plagas

La primavera también es tiempo de plagas y enfermedades fúngicas en el huerto.

Hoy existe una amplia gama de fitosanitarios ecológicos que te ayudarán a prevenir el ataque del oídio, míldiu y hongos del suelo, y a mantener a raya diversos insectos, como la mosca de la fruta, que se ceba en los frutales, y la cochinilla, que ataca especialmente a los citrus y el laurel.

Trasplantes y cosechas

Mayo el mes ideal para llevar al terreno plantones de tomate, que exigen entre 20 y 30º de temperatura durante el día, y plantones de cebolla.

El momento de las siembras directas ya ha pasado. En estas semanas puedes empezar a cosechar guisantes, judías verdes, lechugas y fresas.

Acolcha el suelo

Los frutos de algunos cultivos del huerto, que se desarrollan a ras del suelo, como las fresas, fresones, calabacines y pepinos, crecerán más sanos y limpios si acolchas el terreno con paja, cortezas o plástico.

 

El césped

Más siegas y más riego

A partir de mayo, la hierba crece rápidamente gracias a los abonados y cuidados de los meses anteriores.

Debe segarse más a menudo y con la cuchilla más baja para fortalecerla; es mejor que la pradera esté seca cuando pases la máquina.

También necesita más agua; conviene asegurarse de que las áreas de aspersión se solapan bien y no se derrocha agua regando caminos y zonas de áridos.

Vigila la aparición de malas hierbas, que cunden gracias al riego y los fertilizantes.