El Calçot es un cultivo que se obtiene a partir del engrosamiento de los brotes de una cebolla de una variedad determinada.
A medida que los brotes van creciendo se van calzando con tierra (enterrando) con la finalidad de conseguir un producto final blanco, tierno y jugoso.
Como curiosidad hay que decir que el término calçot proviene de la palabra catalana calçar (calzar en castellano).
La plantación se realiza a finales de Agosto y durante todo el mes de septiembre.
Es recomendable cortar ligeramente con un cuchillo la parte superior de la cebolla con el fin de obtener brotes más espaciados.
El proceso de calzar se ha de repetir entre 3 y 4 veces hasta su recolección en los meses de invierno. Es en estos meses cuando se celebran en Catalunya las populares Calçotades, que consisten en degustar al aire libre, en familia o con amigos, estas cebollas cocinadas a fuego vivo con sarmientos de parras y cepas obtenidos tras la poda de los viñedos.
El cultivo del Calçot se inventó por casualidad a principios de siglo XX gracias a un payés de Valls (Tarragona) llamado Xat de Benaiges que cocinó por azar brotes de la cebolla y se sorprendió de su buen sabor.
El Calçot se come mojado en una salsa especial que combina perfectamente con su sabor.
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