Con un promedio de 15 centímetros de altura, incluidos los cinco de la cola, este animal despierta en niños y adultos un sentimiento de ternura que invita a acariciarlo.

Muchos lo comparan con un pequeño peluche de hábitos muy particulares, ya que es un animal nocturno: duerme de día y se anima cuando comienza a caer la tarde.

¿De quién hablamos? Del Hámster.

Esta pequeña mascota es ideal si buscamos un animal de compañía juguetón, que agrade a los niños y, sobretodo, que sea fácil de cuidar.

Por sus características es una primera mascota ideal, sobretodo en hogares donde hay niños.

Vamos a adentrarnos un poco en la vida de este pequeño y gracioso roedor.

Las razas más conocidas que podemos encontrar, cual es su alimentación más adecuada, cómo mantener su salud en óptimas condiciones, a qué enfermedades se suele enfrentar y cómo debe ser su jaula.

 

RAZAS DE HAMSTERS

Hámster Dorado

El hámster dorado es sin duda el más popular de su especie vendido en tiendas, y además está presente en millones de hogares de todo el mundo.

También este hámster es conocido como hámster sirio, ya que su descubrimiento ocurrió en Siria, de mano del zoólogo George Robert Waterhouse.

Su tamaño es mayor que el de otro tipo de hámster como los siberianos, de Roborowski o los chinos. Su peso medio está entre 90 y 150 gramos, mide entre 13 y 15 centímetros, siendo la hembra más grande que el macho.

Este tipo de hámster lo podemos encontrar con el pelo corto o con el pelo largo, llamados también de angora.

Hámster Ruso

El hámster ruso es una variedad de hámster que llega a soportar temperaturas tan frías que llegan a los -25 grados centígrados.

Es originario del norte de Rusia donde habita libre en la naturaleza, aunque hoy en día es muy sencillo criarlos en cautividad.

Cuando se encuentran en libertad sus enemigos mortales son los zorros, lobos, serpientes, águilas y cualquier otra raza de animales rapaces.

Mide entre 8 y 10 centímetros y su peso se encuentra entre 30 y los 40 gramos.

El hámster ruso macho es mayor en tamaño que el hámster ruso hembra. Generalmente es un poco más pequeño que el hámster dorado.

Hámster de Roborovski

Este tipo de hámster es el más pequeño de la especie de hámster. Sus cuidados son más especiales que en el resto de los roedores ya que suelen ser más frágiles.

Generalmente no se pueden coger muy fácilmente por su diminuto tamaño, aunque todo ello no les quita para seguir siendo unos hámsters simpáticos y divertidos.

Mide unos 5 centímetros y su peso oscila entre los 14 y 20 gramos. El tamaño de jaula para este roedor no puede ser como el resto de hámster ya que debido a su tamaño podría escaparse.

Por este motivo este tipo de hámster suelen vivir en jaulas especiales con paredes lisas por ejemplo de plástico.

Hámster Siberiano

El hámster siberiano es muy parecido al hámster ruso, aunque es menos comercial en las tiendas.

Lo más especial de este tipo de hámster es que el color de su pelaje cambia en el invierno a otro color.

Mide entre 8 y 10 centímetros, y su peso es de unos 60 gramos, un poco más que el hámster ruso.

En este tipo de hámsters el macho es un poco mayor que la hembra al contrario de lo que pasa con el hámster dorado.

 

LA DIETA DE UN HÁMSTER

Debe ser rica en fibra. Hemos de procurar darle una dieta variada. Con los cereales y semillas se cubren las necesidades de hidratos de carbono y de fibra.

La fruta y la verdura las de líquidos y vitaminas. No debemos olvidar que es imprescindible proporcionarle proteínas.

No debemos darle las sobras de nuestra comida a los hámsters, ya que la sal, las especias, la grasa y las cosas dulces les hacen daño.

Al contrario de lo que muchos creen, la mayoría de los animales no saben diferenciar las comidas que le hacen daño de las que son saludables para ellos.

CEREALES Y SEMILLAS

Los cereales constituyen la dieta básica de estos animalitos, ya que tienen un alto contenido en hidratos de carbono. La comida de hamsters que venden en las tiendas suelen ser bastantes completas.

VERDURAS

Ha de estar del tiempo, nunca de la nevera, y se ha de lavar muy bien y secarla antes de dársela a los hámsters.

Muy buenas: judías (vainas sin habas grandes), maíz, patatas, guisantes, nabos, berros, pepino, hinojo, tomates, calabacín, espinacas, garbanzos y lentejas.

Muy malas: las verduras flatulentas como cebolla, puerros y habas.

FRUTAS

Muy buenas: manzanas, peras, plátanos, melocotones , ciruelas, albaricoques

Malas: cítricos y kiwis (no las suelen tolerar bien, pero se les pueden dar muy de vez en cuando y en cantidades muy pequeñas)

Frutos secos: en muy pequeñas cantidades, en crudo (sin tostar ni sal) avellanas, nueces, cacahuetes, castañas, almendras y pipas (de girasol o de calabaza).

PARA DESGASTAR LOS DIENTES

Las ya conocidas barritas de comida, las piedras de calcio y / o sales minerales, ramitas de haya, abedul, avellanos y árboles frutales.

Las ramas han de ser cogidas lejos de carreteras (por la contaminación de los cochas), de campos de cultivo (por los pesticidas) ni de sitios habitualmente frecuentados por perros.

EL AGUA

Si se le da una cantidad de verduras y frutas diarias no sería necesaria, pero no está de más tener un bebedero por si las moscas.

El agua se le puede dar la del grifo (siempre que sea potable y nosotros también la bebamos) si no es mejor pasarse al agua embotellada. 

 

SALUD

La alimentación debe ser variada y nutritiva; vegetales frescos y un complemento de proteínas. El exceso de semillas y alimentos grasos produce obesidad.

El alimento preparado debe ser lo más fresco posible y se deben retirar de la jaula los alimentos que a las pocas horas no hayan sido ingeridos por el hámster.

Procurar no darles dulces y evitar los cambios bruscos de alimentación para no producir trastornos intestinales.

 

ENFERMEDADES

Existe una gran lista de enfermedades que nuestro hámster puede contraer.

Por ello tan importante es la higiene de su habitáculo y de cada uno de los elementos que en él se encuentran como sus juegos, el comedero, el bebedero… como una correcta alimentación sana y equilibrada con alimentos de primera calidad.

Para su mayor rapidez en poderle administrar el tratamiento adecuado, lo más conveniente es que siempre estemos muy atentos si ha cambiado su carácter, si se encuentra apático, si no come como siempre, si se encuentra arrinconado en su jaula.

En estos y otros casos en los que nos demos cuenta de que algo es diferente o distinto lo que debemos de hacer es acudir lo antes posible a una clínica veterinaria, donde el veterinario nos pueda indicar lo que le pasa.

 

De este modo ya podemos empezar a administrarle la solución y seguiremos vigilando su evolución, y siempre haremos caso a lo que nos hayan indicado en la clínica.

Entre las enfermedades más frecuentes a las que el animal tendrá que enfrentarse se encuentran:

Diarrea: en general está enfermedad está asociada a los problemas de salud que nuestro hámster pueda tener por haber ingerido comida en mal estado o no encontrarse en un lugar donde las condiciones higiénicas no sean lo suficientemente aceptables.

Todo ello puede causarle dolencias y trastornos estomacales. Lo más frecuente para ayudarle a ponerse sano, es suministrarle una dieta sana, fresca y limpia, además de hacer más limpieza en su jaula.

De este modo es unos días volverá a estar como siempre, sano, simpático y divertido.

Choque térmico: el origen de esta enfermedad se encuentra en la exposición prolongada al sol. Nos daremos cuenta de que le está dando un golpe de calor porque el animal tendrá una respiración muy acelerado.

Si nos encontramos en esta situación lo que tenemos que hacer es trasladarlo a un lugar más fresco y empaparle la boca con un paño húmedo. De este modo conseguiremos disminuirle la temperatura.

Enfriamientos: suelen aparecer cuando el hámster ha estado expuesto a unas temperaturas extremas o a corrientes de aire.

Para evitar que enferme debemos de prestar especial atención a la temperatura donde se encuentra su jaula así como a los cambios bruscos de temperatura.

Generalmente el veterinario nos indicará que le debemos de administrar algún antibiótico.

Mordeduras: vienen provocadas por el contacto con otros hámsters. Las mordeduras que no son graves, normalmente no suelen ir acompañadas de sangre, mientras que aquellas que son profundas deberán de ser tratadas por el especialista.