El Kiwi (Actinidia chinensis en nomenclatura botánica) es una planta, por contra de lo que se cree, muy sencilla de cultivar.

Básicamente requiere ser plantado directamente sobre el suelo (nunca en maceta), ubicándolo a pleno sol y manteniéndolo protegido del viento, ya que este es su peor enemigo.

También existe la falsa creencia de que el Kiwi es muy delicado. Pues nada más lejos de la realidad, ya que es una planta que raramente enferma, y tolera temperaturas hivernales de hasta -15ºC.

De todas maneras, a la hora de plantarlo, tenemos que considerar que existen plantas machos y plantas hembras. Hemos de plantar, entonces,  en nuestro jardín, plantas de ambos sexos con el fin de conseguir la polinización y la posterior fructificación de los frutos.

Actualmente, y gracias a técnicas de injertado, podemos conseguir en los Centros de Jardinería, plantas con los dos sexos en un único pié. Son los llamados Kiwis autofértiles.

También tendremos que considerar que los Kiwis son plantas trepadoras que pueden alcanzar fácilmente los 10 metros de altura. Hemos de preveer soportes adecuados para la buena ubicación de las plantas.

Los Kiwis son originarios de China, aunque se empezaron a cultivar intensivamente en EEUU en la década de los 70. De todas maneras no empezaron a tener fama internacional hasta que se empezaron a cultivar en Nueva Zelanda en los 80 gracias a la gran calidad de los frutos producidos en la zona.

Los kiwis son muy ricos en vitamina C (casi el doble que las naranjas), en fibra y de bajo contenido de colesterol.

En nuestro Centro de Jardinería podrás comprar plantas de kiwi durante todo el año. Te esperamos.