El gato persa es una raza de gato que se caracteriza por tener una cara ancha y plana y un abundante pelaje generalmente blanco. Para muchos, el persa es el gato doméstico de lujo por excelencia, el máximo representante de las razas nobles, una raza asociada a la riqueza y el poder.
Son asociados comúnmente como gatos aristocráticos (el 75% de los gatos de pedigrí registrados son persas). Los primeros gatos persas fueron introducidos en Italia desde la antigua Persia (actual Irán) en la década de 1620 y a sus descendientes se los llamó de muchas maneras. La rama persa actual se desarrolló a finales del 1800 en Inglaterra y proviene del gato de Angora turco.
A pesar de su abundante pelaje, el pelo del gato persa no se enreda, a diferencia de otras razas de pelaje largo.
Un poco de historia
En general, no está claro cuando aparecieron por primera vez los gatos de pelo largo, ya que no hay gatos salvajes africanos, que se cree que son los ancestros de los gatos domésticos, con el pelo largo.
La aristocracia del siglo XIX pedía gatos de pelo largo, y el gen responsable del pelo largo se introdujo a través de la hibridación con el gato de Pallas. Los primeros antepasados documentados de los persas fueron importados de Jorasán, Persia, en Italia en el año 1620 por Pietro della Valle, y del gato de Angora (hoy Ankara), por parte de Turquía en Francia, por Nicholas Claude Fabri de Peiresc en la misma época. Los gatos de Jorasán estaban cubiertos de gris, mientras que los de angora eran blancos.
De Francia pronto llegó a Gran Bretaña. También se importaron a Europa gatos de pelo largo provenientes de Afganistán, Birmania, China y Rusia. El cruce de los diferentes tipos era común, especialmente entre los gatos de angora y los persas.
Características
Se caracteriza por ser de un tamaño mediano a grande y con el pelo largo. Tiene la cabeza redonda, maciza y el cráneo ancho. El frente es redondeado y los pómulos son fuertes y prominentes. Tiene el hocico corto y el mentón fuerte y lleno. Los ojos son grandes, redondos, bien abiertos y separados, de un color muy intenso y brillante. Las orejas del gato persa son pequeñas y redondeadas en las puntas y cubiertas de pelo que nace de dentro hacia afuera. Así, pasan desapercibidas, confundidas con el pelo largo del lomo, patas y la cabeza.
El cuerpo del gato persa es musculoso y redondeado y tiene una estructura ósea robusta. Destaca por encima de las patas que son pequeñas y gruesas.
Tiene el pelo abundante, espeso, largo y de tacto sedoso. La cola es peluda y redondeada en el extremo. Así, podemos decir que los gatos persas no destacan por ser esbeltos sino más bien macizos, redondeados y robustos.
El gato persa puede ser de colores muy variados. Hay gatos persas de un solo color igualado, intenso y sin tonos más claros, como negro, blanco, azul, chocolate, lila, rojo y crema. También pueden ser de colores variados.
Los actuales gatos persas son de cuerpo compacto. Tienen un hocico respingón en una gran cabeza redonda. Su abundante y exuberante pelaje es su principal característica. Estos gatos son familiares, les encanta estar con los niños. Es un gato faldero. Su pelaje requiere un cepillado diario los baños regulares son también adecuados.
Existen también los persas himalayos, éstos difieren de los persas en el pelaje. Un gato persa himalayo tiene todas las características de un persa pero su pelaje es similar en color a los siameses. Un himalayo presenta las mismas variantes de color que los siameses.
Los gatos himalayos tienen los ojos azules, el punto de color o colorpoint debe estar en sus orejas, patas, lomo y cola y el resto del pelaje debe ser blanco o crema.
Comportamiento y cría
Los gatos persas son de carácter tranquilo, excepcionalmente apacible, cariñoso y doméstico que nunca ha conocido los instintos salvajes típicos de sus parientes felinos, se les dice tigres del sofá porque les gusta pasar la mayor parte del día durmiendo y descansando.
De naturaleza afable, de fácil convivencia, congenia tanto con los humanos como con otros animales, acepta muy bien a otro compañero de su misma especie. Su aspecto y tranquilidad lo convierten en el rey de las exposiciones. Además, a ellos les gusta hacer ostentación de su belleza.
Su crianza es difícil, el periodo de gestación es de aproximadamente 64 días y la camada es de pocas crías, por lo general dos o tres. Los gatitos suelen separarse alrededor de los tres meses de la madre.
Cuidados específicos y salud
Esta raza de gatos exige mucho cuidado y dedicación por parte de los dueños. El gato Persa exige un cuidado constante y meticuloso de su pelaje.
Como ocurre con todos los gatos de pelo largo, por ellos mismos no serán capaces de asear su cabellera, van a necesitar de nuestra ayuda para mantenerla en perfecto estado ya que el descuido puede originar problemas de higiene y salud.
Entre las enfermedades o lesiones más frecuentes se encuentran las producidas como consecuencia del acortamiento de su cara: alteraciones; oftalmológicas, mandibulares y faciales. En menor medida también se encuentran casos de Cataratas y de Síndrome de Chediak-Higashi (inmunodeficiencia genética asociada al color azul).
En definitiva, nos encontramos ante una de las razas de gatos más apreciada y es, de hecho, una de las más populares del mundo. Es un gato muy casero que difícilmente se adaptaría a la vida de la calle.
Los cuidados y mismos que requiere esta raza de gato es compensada gratamente al disfrutar de una mascota de gran belleza y de carácter dócil.
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