Los perros han sido uno de los animales de compañía preferidos y han logrado ganar cada vez más espacio en la vida humana. Con el crecimiento de las ciudades es muy común verlos en pisos y viviendas pequeñas.
Sin embargo no sólo debemos pensar en la comodidad del animal y el bienestar de nuestra familia, también hay que considerar la tranquilidad de nuestros vecinos.
Es adecuado estar atentos a recomendaciones y normas de convivencia para que vivir con un perro en un piso no se convierta en una mala experiencia.
Adoptar un perro adecuado para tener en un apartamento o piso
Lo primero será asegurarnos de cumplir las normas de la comunidad . Algunas comunidades de vecinos pueden tener una serie de normas de convivencia que puede restringir la tenencia de mascotas, de razas grandes o de razas consideradas “agresivas”. Estos códigos también establecen normas para el uso de las áreas verdes.
Acude a la administración de la finca para preguntar si existe alguna reglamentación para tener mascotas. Si vivimos en un piso de alquiler, asegúrate de leer bien el contrato de renta, pues pueden imponer restricciones.
¿Preferir razas de perros que ladran menos?
Una buena opción, si aún no tienes perros, es preferir adoptar razas dóciles, amigables y pequeñas para evitar perturbaciones al vecindario. Sin embargo un perro pequeño no significa problemas pequeños.
Esta inquietud existe porque existen personas poco tolerables a los ruidos o a los ladridos. Tengamos siempre en cuenta que las personas esperan descansar en sus hogares, en lugar de tener que tolerar a un perro descontrolado ladrando buena parte del día.
Razas ladradoras
Existen razas más propensas a ladrar, sobretodo las razas de trabajo, como Terrier, Beagle y pastor alemán. También los perros de gran porte como el Pastor de Shetland y mediano como el Schnauzer. Los pequeños no se salvan, el Chihuahua puede ser inoportuno con sus ladridos, también algunos Poodles y el Pekinese. Sin embargo, en las razas pequeñas los ladridos son más agudos.
Ten en cuenta que, más que la intensidad del ladrido, el verdadero problema que puede desesperar a los vecinos, es el tener un perro desequilibrado. Algunas causas típicas de desequilibrios en perros son ausencias prolongadas de los dueños, falta de ejercício, etc…
Razas poco ladradoras
Los Golden Retriever, Akita, Bloodhound, Boxer, Newfoundland, Antiguo Perro pastor inglés, pastor Collie y Buldog.
Las responsabilidades de tener una mascota
Tener un perro implica responsabilidades que no se limitan a la alimentación y la vacunación. Es obligado sacarlo a pasear al menos dos veces al día para permitirle ejercitarse, equilibrarse y hacer sus necesidades, las cuales por su puesto debemos recoger y desechar en un lugar adecuado.
Las razas grandes requieren una mayor actividad física. No se trata de sacar el perro a rastras y dar una vuelta corta para dejarlo sólo e inactivo durante el resto de día.
La educación también es cosas de perros
El entrenamiento y la disciplina son importantes. Pregúntate: ¿para que quiero un perro? La respuesta debe ser: para pasear y divertirte con él, para compartir momentos, para darle cariño con responsabilidad; no para tener un pobre animal que te extrañe todo el día.
Tener un perro requiere tiempo y dedicación, el abandono es otra forma de maltrato. El abandono y la falta de disciplina genera perros desequilibrados, principal causa de inconformidad en un vecindario.
Los animales requieren su espacio
Tu mascota no es un accesorio más, requiere espacio; procura mantenerlo, delimitar las áreas de comida, juego y aseo. No requieren de grandes espacios, pero se les debe garantizar un pequeño lugar limpio y despejado.
Puedes tomar precauciones adicionales como educarles para que eviten estar en ciertos lugares o muebles. Si tienes cachorros sería mejor proteger los muebles para evitar problemas.
En resumen, tener un perro en una vivienda pequeña no es tan difícil: escojamos bien la raza, ser consientes de que vivimos en comunidad y mostrar consideración, ser responsables, disponer de tiempo, dedicarnos a nuestro perro entrenándole y ejercitándole de forma regular.
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