Son, con diferencia, los reptiles más adoptados en nuestros hogares. Tienen un aspecto original y llamativo pero sobre todo pacífico, lento y torpe.

No inspiran temor a nadie, más bien provocan el efecto contrario. Admiramos cómo acarrean todo el día su casa a cuestas para esconderse del exterior provocándonos una grata sensación de ternura y de protección.


Cuidados básicos

Cambiar de agua y limpieza.

Eliminar el cloro del agua del grifo con productos especiales.

Colocar una pequeña pieza de calcio en el recipiente que se va disolviendo poco a poco (suele tener forma de tortuga).

Alimentarlas 1 ó 2 veces al día procurando echar sólo la cantidad que se vayan a comer en escasos minutos, para que no se estropee y enturbie el agua

Necesitan unos minutos de sol al día; sol directo sobre el caparazón para poder fabricar ciertas vitaminas y fijar el calcio

Si además ponemos un calentador en el tanque nos aseguramos una temperatura estable de aguas tropicales durante todo el año.

El problema es que las tortugas en libertad hibernan tras haberse preparado para ello, pero en nuestros hogares muchas no han tenido la opción de alimentarse todo lo necesario para acumular reservas durante el verano y llegan a la hibernación en malas condiciones.

De esta manera, si conseguimos una temperatura ambiente agradable y que las tortugas sigan activas comiendo durante los meses más fríos, evitaremos el riesgo de que lleguen a la primavera demasiado faltas de reservas y mueran. Esto es especialmente importante en las más jóvenes.

Algunas, debido a la temperatura de nuestros hogares, no llegan a hibernar manteniéndose activas y alimentándose durante todo el año.


Alimentación

Disponemos de dos tipos de comida básica para tortugas: gammarus (un crustáceo muy pequeño desecado, una especie de mini-gamba) y los sticks (barritas de pienso).

Lo ideal es ofrecerles ambos y toda la variedad que se nos ocurra de carnes y pescados caseros. También podemos probar con algo de lechuga y otros vegetales, aunque son, sobre todo, carnívoras.

Necesitan, en ocasiones, fortalecerse con algunas vitaminas que podemos verter sobre la comida, les encanta la comida para peces congelada (por ejemplo larva roja de mosquito).

Generalmente tendemos a cambiar el agua y luego echamos la comida, sin embargo conviene hacerlo al revés. Es mejor depositar la comida en primer lugar y a continuación, media hora después, cambiar el agua para eliminar los restos de alimentos. Así se mantendrá limpia más tiempo.

Y recuerda que en Garden Catalunya Plants disponemos de una amplia sección dedicada exclusivamente a las mascotas, a los reptiles y a las tortugas de agua. Alimentación, complementos y todo para su cuidado.

¡Te esperamos!