Los ornamentos florales con flores frescas en una vivienda permiten cambiar la decoración semanalmente modificando así el entorno.
Por este motivo, de cara al buen tiempo y a la temporada primavera-verano, es una buena idea aprovechar la flor de temporada y utilizar colores vivos y alegres combinados de formas divertidas y sugerentes.
La primavera y el verano es la época más rica en variedad de flores y las plantas de bulbo: tulipanes, narcisos, jacintos, etc.
El truco es mezclar colores distintos entre ellos, como rojos, amarillos, rosas, azules y acompañarlos con diferentes tipos de verdes y algún otro elemento natural con ramas, troncos, frutos secos o rafias.
Aunque éstas son las líneas generales para esta temporada, siempre se tiene que tener en cuenta la decoración y estilo del espacio.
Algunos consejos para acertar seguro dependiendo de la decoración son:
Decoración clásica: Lo mejor es combinar ramos con formas circulares y piramidales. Optar por ramos con flor de color y ramas caídas en verde con recipientes de cristal o cerámica tipo copón.
Decoración mínimal: Flor más exótica combinado con elementos naturales, bambú, salix, hojas grandes y largas y detalles de alambre o medula creando grafismo. Se recomienda utilizar pocas cantidades, «menos es más». Recipientes de cristal, acero inoxidable, plomo, etc.
Decoración rústica: Flor de campo o primaveral, espigas, lavanda. Formas desiguales, recipientes de terracota, mimbre, rafia o sensata. Ideal para casas de campo o masias.
Algunos consejos para alargar la duración de las flores naturales son:
Adquirir las flores lo más cerradas posibles. Para que se abran poco a poco, los liliums de todas las variedades, alstromenias, anturios, etc.
Cambiar el agua periódicamente.
Cortar tallos para que la flor absorba el agua.
En cuanto a temperatura, cuanto más fresco, más durará la flor. La calefacción reseca mucho el ambiente y también la flor.