¿Te suena la expresión «a mi siempre se me mueren las plantas»? Como amantes de nuestras plantas, a nadie se nos ocurriría dañarlas o matarlas a propósito, evidentemente.

No obstante, la mayoría de veces la causa de muerte de nuestras plantas es por simple desconocimiento. No saber cuales son las necesidades de ciertas plantas en concreto nos llevará seguramente a cometer ciertos errores, algunos lo suficientemente graves como para que enfermen y mueran.

Como en casi todo, la experiencia es un grado. Pero mantener sanas y bellas las plantas en el jardín, la terraza y en el interior del hogar está al alcance de todos, no solo de los más expertos.

Para ello, es vital tener en cuenta algunas cuestiones básicas en el cuidado de nuestras plantas de interior, en especial algunos errores que debemos evitar, pues son los que comúnmente más cometen los usuarios inexpertos.

Aquí van cinco acciones que debemos evitar para mantener sanas y hermosas nuestras plantas de interior:

 

Regarlas en exceso e inadecuadamente

El riego excesivo es todo un clásico en el dudoso arte de matar plantas. Y es que se nos va la mano con el agua fácilmente, pensando que es mejor que a nuestras plantas les sobre agua que les falte.

Pues es justo lo contrario; siempre es mejor quedarnos cortos de agua que pasarnos con el riego. Esto es válido para  todo tipo de plantas, pero muy especialmente con las plantas de interior.

Cuando una planta necesita agua nos avisa, su aspecto pide a gritos un poco de agua. De hecho, solo tenemos que introducir el dedo unos centímetros en el sustrato para darnos cuenta de si está totalmente seco o aún mantiene la humedad. En el primer supuesto, reguemos.

Pero una planta que recibe agua en exceso no avisará. Cuando veamos los síntomas evidentes de una planta regada en exceso, será demasiado tarde: la planta estará ya enferma y difícilmente la podremos recuperar.

Eso sí, siempre hay excepciones. Hay plantas que requieren más agua y humedad, pero son las menos. Lo ideal es preguntar en nuestro centro de jardinería para asegurarnos antes.

Además de moderar el riego tenemos que tomarnos la pequeña molestia de averiguar qué tipo de riego y de agua necesitan nuestra planta. Hay plantas que son muy sensibles a la cal del agua.

Otras hay que regarlas por absorción, es decir, colocando agua en el plato y dejar que sea la propia planta que vaya absorviendo poco a poco la humedad. Algunas agradecen ser pulverizadas pero la mayoría no. Preguntar en tu centro de jardinería de confianza será la mejor manera de asegurarnos cómo regar cada tipo de planta.

 

Aportarles poca luz

La luz es para las plantas lo que el pan para las personas; o sea, fundamental. Las plantas necesitan la luz para poder llevar a cabo el proceso de fotosíntesis o función clorofílica, que sin entrar en terminología demasiado técnica, podemos decir que es un proceso que transforma la energía lumínica en energía química. La luz, literalmente, es alimento para las plantas.

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Por eso observemos si nuestras plantas presentan un color pálido, apagado. O si notamos que las hojas son más pequeñas de lo normal o que sencillamente nuestra planta no crece o lo hace muy len ta men te. Si es así, lo más probable es que nuestra planta reciba poca luz diaria.

Ubiquemos nuestra planta de interior cerca de la ventana y asegurémonos de que reciba unas cuantas horas de luz solar al día. No falla, nuestra planta resucitará en poco tiempo. Eso sí, si quieres matarla, déjala ahí, a la sombra.

 

No dar espacio a las raíces

Cuando compramos una planta en un centro de jardinería, esta suele venir en una maceta de plástico adecuada al tamaño de la planta, pero las plantas crecen, o eso deberían hacer si les dejamos.

El contenedor original debe ser reemplazado al poco tiempo de comprarlas por otro más grande, a fin de dejar espacio suficiente a las raíces para que desarrollen y crezcan con facilidad. Si las raíces crecen sanas, la planta también lo hará.

¿Cómo saber cuando tenemos que volver a trasplantar una planta de una maceta a otra mayor? Observando a nuestra planta. Si notamos que las raíces suben superficialmente ese es un claro indicativo de que estas buscan crecer y tienen poco espacio.

O si las raíces atraviesan los agujeros de drenaje, también puede ser indicación de que hay que cambiar la maceta por otra mayor.

 

Exponerlas a fuentes de calor directo y corrientes de aire

Si colocamos nuestras plantas cerca de alguna fuente de calor directo, como por ejemplo un radiador, una estufa o incluso cerca de tuberías de agua caliente, nuestras plantas se deshidratarán rápidamente y de no remediarlo, morirán.

También debemos tener cuidado que al colocarlas cerca de la ventana para que les de suficiente luz, sobretodo en los meses de más calor, el cristal o las propias paredes recalentadas, cuezan literalmente a nuestra planta.

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Otro enemigo clásico de las plantas de interior, son las corrientes de aire. La mayoría de plantas a las que llamamos de interior, son de origen tropical y están ubicadas en zonas de vegetación frondosa, donde hay poco movimiento de aire.

Colocar nuestra planta cerca de una puerta o ventana que se abre y cierra constantemente, o aún peor, en el área de acción de un ventilador o aparato de aire acondicionado, puede ser su completa perdición. 

 

No controlar las plagas

Hay agentes externos que tarde o temprano atacarán a tus plantas. Insectos, ácaros, hongos… son enemigos de tus plantas si no los mantienes controlados.

Si no eres muy experto en el cuidado de las plantas puede que te parezca difícil identificar el tipo de plaga que está sufriendo tu planta, pero es más fácil de lo que parece y con un poco de práctica y capacidad de observación podrás hacer frente a las plagas sin problema.

Acostúmbrate a inspeccionar regularmente tus plantas, especialmente en primavera y verano que es cuando las plagas aparecen con más frecuencia. Manchas blanquinosas, marrones o negruzcas pueden indicar la aparición de cochinilla, pulgón o cualquier otro insecto.

Si tienes dudas o no sabes qué plaga está atacando a tu planta, pregunta a expertos. Comprar en un centro de jardinería como Catalunya Plants tiene muchas ventajas, y una de las que marca de verdad diferencias, es tener a disposición a auténticos expertos con muchos años de experiencia en el cuidado de las plantas. Ven, pregúntanos y te asesoraremos.

Con el tiempo verás cómo serás capaz de detectar qué plaga está atacando a tus plantas y cómo controlarla.

 

Llegados al final de este artículo, vamos a aceptar la expresión «a mi siempre se me mueren las plantas» como frase recurrente, pero ya ves, no tiene porqué ser así. 

Cuidar bien las plantas y mantenerlas bellas y sanas está al alcance de  todos. Sí, sí, de ti también.