El Ciprés siberiano (Microbiota decussata en nomenclatura botánica) ha sido, en efecto, una misteriosa planta desde hace unos pocos años.
La planta es nativa de una zona muy limitada, ubicada al este de Rusia: las montañas de Sikhote-Alin en Primorsky Krai.
Su descubrimiento, cerca de Vladivostock, se produjo en los años 20 del siglo pasado, pero, y debido a las restrictivas políticas secretas del antiguo gobierno de la URSS, no fué hasta los años 50 que se dió la planta a conocer al resto del mundo.
Es por ello que la Microbiota decussata no tiene, aún, un nombre común fuera del ruso, aunque actualmente ya se la empieza a conocer por el nombre de Ciprés siberiano.
Estamos ante una conífera rastrera que pertenece a la misma familia que los cipreses.
La planta puede alcanzar como máximo los 50 cm. de altura, aunque de anchura puede superar fácilmente los 2 metros.
Actualmente se usa como alternativa a las coníferas rastreras habituales (Juniperus) para tapizar rocallas y borduras.
Como curiosidad, al Ciprés siberiano, se le puede distinguir del resto de coníferas rastreras, por su follaje ligeramente curvado hacia el tallo principal de la rama, así como por la coloración marronosa que adopta durante los meses más fríos.
En lo que se refiere a su mantenimiento, es preferible ubicarlo a pleno sol, aunque tolera perfectamente un poco de sombra. Así mismo, su plantación se ha de realizar en suelos bien drenados aunque no necesariamente ricos. Además el frío y el viento no afectan en absoluto su crecimiento.
En nuestro Centro de Jardinería Catalunya Plants de Sant Vicenç dels Horts en Barcelona podrás comprar Microbiota decussata en varios formatos y durante todo el año.
Esperamos tu visita.