La compra de un perro tiene que ser fruto de una decisión muy meditada, todo el contrario de una compra compulsiva.

La Ley de Protección de Animales así lo ha entendido al prohibir la exhibición de animales de compañía en los escaparates de las tiendas.

Un perro tiene unas necesidades y cuidados muy concretos. Si queremos convivir con un perro, hay que estar del todo seguros de que será una relación satisfactoria para ambas partes.

Vamos a considerar algunos factores esenciales que podemos sopesar a la hora de decidirnos o no por permitir la entrada de un perro en nuestro hogar.

 

El tiempo disponible

Todos los perros necesitan nuestra compañía, ya que son animales sociables que viven en grupo y tienen que relacionarse con nosotros y con otros animales. Por eso tenemos que estar un mínimo de tiempo con ellos para que se sientan acompañados. 

Además, algunas razas necesitan hacer mucho ejercicio cada día, correr, resolver problemas para desarrollar el cerebro, buscar rastros o velar por nuestra seguridad.

Todos los perros de caza y los pastores, entre otros, pertenecen a este grupo y necesitan mucha actividad; eso requiere dedicarles un tiempo cada día, sobre todo si vivimos en una gran ciudad.

Otros perros necesitan muchos cuidados, como cepillarlos, bañarlos periódicamente, limpiarles la cara y las orejas, etc.

En algunas razas problemáticas, como por ejemplo el Bobtail o el Shar pei, eso puede representar una gran cantidad de tiempo diaria.

Si tenemos que ir de viaje o de vacaciones y no podemos lleva o traer a nuestro perro con nosotros, tenemos que buscar a alguien que se ocupe.

Un amigo o familiar puede ser mejor solución; si no, lo tendremos que llevar a una residencia, lo cual puede ser una decisión difícil de si el perro está muy mimado o tiene un carácter miedoso.

 

El espacio disponible

Es evidente que el espacio que necesita un perro de unos 2 Kg, como ahora un Chihuahua, no es lo mismo que el que necesitará un Mastín, que a duras penas cabe en un piso.

Los perros de más de 40 kg, como ahora los Mastines, aunque se adaptan a vivir en pisos y acostumbran a tener un carácter tranquilo, no se encuentran cómodos y son un tropiezo para la gente que convive.

El lugar más adecuado para este tipo de animales es un jardín, donde, además, harán tareas de vigilancia.

Los perros pequeños, aquéllos que pesan menos de 8 kg, se adaptan sin problemas a cualquier espacio, incluso tienen bastante con el ejercicio que puedan hacer sin moverse de casa.

Tenemos que tener en cuenta que si adquirimos un cachorro cruzado y no conocemos a los padres, no sabremos la medida|tamaño que tendrá de adulto y, a veces, puede haber sorprendidas.

También hay que tener en cuenta el espacio disponible en nuestro coche. Un perro de raza grande ocupa mucho sitio: un Mastín puede llenar a solas el asiento del trasero, o prácticamente todo el maletero de un coche grande.

Si somos familia numerosa, quizás no tendremos espacio en el coche para un perro que pese más de 8 kg.

 

Su educación

La mayoría de perros se pueden educar sin problemas siguiendo unas normas básicas y con un poco de paciencia.

Si todos los que convivimos con el animal seguimos un único criterio y somos constantes, podemos decir que el éxito está asegurado.

Sin embargo, no todos los perros son iguales: hay razas más difíciles de educar que otras y perros que son muy dóciles.

Pero, claro, no es lo mismo tener un Chihuahua maleducado que un Pastor Alemán maleducado: mientras que el primero nos puede hacer un ataque que incluso puede resultar gracioso, el Pastor Alemán puede producir agresiones muy graves si no lo tenemos controlado.

Para educar a un perro físicamente fuerte tenemos que tener las cosas claras y, si es posible, tener experiencia con otros perros.

Para educar a un perro sensible e inteligente, como por ejemplo un Collie, hay que ser sensibles como él.

 

Los gastos que genera

Tenemos que pensar que un perro necesita ir al veterinario como mínimo una vez al año para vacunarlo, y siempre que esté enfermo.

Tenemos que ponerle el chip identificador y darlo de alta en el ayuntamiento, y en caso de que viajamos le tendremos que hacer un pasaporte.

Si se trata de un animal potencialmente peligroso, le tendremos que hacer un seguro.

Además, hace falta que coma cada día, y eso puede ser un gasto importante si nos decidimos por un perro de dimensiones considerables.

Según la raza, puede necesitar periódicamente sesiones de peluquería profesional, y si queremos ir de vacaciones sin nuestro animal, lo tendremos que dejar en una residencia.