El salón es una de las habitaciones más importantes de la casa, ya que suele ser uno de los espacios en los que pasamos la mayor parte del día. Habitualmente, se convierte en el escenario de reuniones familiares, cenas de amigos, distendidas sobremesas, y por ello, el mobiliario y la decoración se convierten en elementos fundamentales para que la estancia en el mismo se convierta en todo un placer.

Cuando ya has vivido muchos años en una casa o en un piso, sientes la necesidad de cambiar algo, transformar los espacios, para no llegar a aburrirte de ver siempre lo mismo. Pero más importante que acertar a la hora de buscar un efecto determinado con los muebles y decoración del salón, es saber aprovechar el espacio, lo que supone en muchos casos un problema en las casas actuales debido a la reducción progresiva de metros útiles.

Aunque no lo creas, existen muchas formas de cambiar su aspecto estético sin meterte en faenas demasiado complicadas y costosas. En algunos casos, bastará con modificar ciertos detalles, cambiar algunos elementos, el color de las paredes y cortinas o los puntos de luz. Una de las máximas dentro del interiorismo, más allá del mero confort visual, es la funcionalidad de los ambientes, así que pon en práctica estos consejos.

NO ES NECESARIO REALIZAR OBRA

Para ganar espacio en el salón, la mayoría piensa que irremediablemente hay que realizar farragosas obras, pero únicamente bastará con desechar un viejo mueble que se come buena parte de la superficie y cambiar la distribución de los que permanezcan. Si puedes invertir algo de dinero, opta por módulos ligeros que dejen respirar a las paredes, que son capaces de iluminar si te decantas por tonos suaves.

A la hora de renovar el mobiliario, es mejor elegir piezas más pequeñas y de menos altura, tales como sofás de dos plazas de diseño sencillo o una librería baja que no domine la habitación ni tape los rincones. Si las paredes no están tapadas por muebles, se gana visualmente. Pocos muebles bajos y anchos, de colores claros y pegados a la pared, dan más desahogo al salón.

La planta dicta sus propias normas. De este modo, si la habitación es cuadrada, el centro se puede destinar a colocar un comedor, un espacio que ganará en diferenciación si en esta zona se utiliza un revestimiento distinto para el suelo o, sencillamenete, el conjunto de mesa y sillas se ubica sobre una alfombra.

En un salón alargado, el objetivo es subdividir los espacios creando distintos focos de interés. Los colores cálidos son los que mejor consiguen ensanchar la habitación, aunque colocar un mueble en medio de la estancia también ayudará a ampliar los espacios, separando los ambientes.

Si quieres que tu salón esté a la última, se impone el uso de elementos rompedores, tales como cortinas transparentes, cadenas de metal y telas estampadas con símbolos divertidos. También se pueden colocar mamparas de cristal, mesas de trabajo o muebles multiuso vanguardistas.

Otro modo de crear una sensación de mayor amplitud es prescindir de las puertas de separación entre el pasillo y el salón.

SI OPTAS POR REFORMAR

Para lograr un espacio coherente se pueden derribar algunas paredes. Por ejemplo, se puede unir la entrada de la casa al salón para que ofrezca una mayor amplitud. Es una forma fácil, rápida y económica de modificar la percepción del espacio sin realizar grandes reformas.

Algo más costoso y laborioso es colocar un tabique de ladrillos de vidrio, pero ganarás en espacio y luminosidad.

.