El uso de perfumes es tan antiguo como la humanidad. Algo tan sencillo como inundar una estancia con el aroma de unas flores frescas podría considerarse una forma arcaica del actual ambientador.
El incienso, junto con los aceites perfumados para uso corporal, es probablemente el ambientador más antiguo elaborado por el hombre. Su uso está documentado varios siglos antes de Cristo, aparece en jeroglíficos egipcios y se menciona en repetidas ocasiones en la Biblia.
Los antiguos egipcios eran conocidos por utilizar almizcles y otros materiales naturales para perfumar sus tumbas. Con la llegada de los árabes a España la perfumería se extendió por el resto de Europa.
Los países mediterráneos contaban con el clima adecuado para el cultivo de flores y plantas aromáticas, principalmente el jazmín, la lavanda y el limón, por lo que las costas de España, Francia e Italia se vieron de repente rodeadas de plantaciones cuyos frutos eran aprovechados por los árabes, haciendo del perfume la principal herramienta de su comercio.
Por lo que representa en oriente, el perfume es introducido en Japón a través de China, que ya contaba en el siglo VI con grandes artesanos de la jardinería natural que destinaban parte de sus cosechas al prensado de pétalos para la fabricación de perfumes.
En la actualidad, gracias a los avances científicos y tecnológicos, el uso de fragancias para ambientar el hogar o el lugar de trabajo se ha convertido en algo muy habitual.
¿Qué beneficios, además del olfativo, nos aporta un ambientador? ¿Cómo escoger el ambientador más adecuado? ¿Qué propiedades tiene un ambientador de calidad?
Vamos a contestar todas estas preguntas y empezamos destacando de qué maneras nos beneficia un ambientador de calidad.
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BENEFICIOS DE UN AMBIENTADOR DE CALIDAD
EN EL HOGAR
Un olor vale más que mil palabras. Cada espacio de nuestro hogar es apto para tener un aroma característico, produciendo diferentes efectos tanto en la mente como en el cuerpo.
Para el baño los aromas más indicados son los suaves y herbales, como el eucalipto, lavanda, jazmín, manzanilla y rosa.
Para la sala de estar y un lugar de estudio el olor a coco, sandía, jengibre, vainilla y uva tiene efectos positivos en el ánimo de las personas.
En la cocina son recomendables aromas como el eucalipto (estimulante y antiséptico), naranja y limón. Su sensación cítrica refresca el ambiente y reanima. Si tomas tus alimentos en la cocina, el olor a naranja colabora con el proceso digestivo.
Es recomendable cambiar de fragancia regularmente, por ejemplo cada quince días (es un periodo orientativo). Al realizar el cambio, debemos introducirlo de manera suave y paulatinamente, nunca de forma directa.
Podemos dejar que el espacio dure por lo menos un día sin ningún tipo de ambientador, se neutralice el ambiente y poco a poco vayamos llevando el nuevo aroma, con pequeñas dosis y una sola vez al día. El cerebro evoca y produce satisfacción cuando utilizamos aromas nuevos.
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OFICINAS Y COMERCIOS
Cuando entramos en un local, oficina o cualquier otro tipo de instalaciones, si olemos a limpio o fresco, nuestra percepción positiva hacia el lugar va a crecer. De hecho, independientemente de la fragancia utilizada, partimos de que un comercio con malos olores es inaceptable.
De nuestro pasado animal nos quedan bastantes más rastros de los que pensamos. Uno de ellos, poco conocido, es la memoria olfativa. Varios estudios revelan que, de entre todos los estímulos que recibimos a través de los sentidos, recordamos más lo que nos llega a través del olfato. Y de esta memoria, entre otras habilidades, ha dependido la supervivencia de nuestra especie.
Según un estudios, de la Universidad de Rockefeller, la “potencia” evocadora de cada uno de nuestros sentidos es la siguiente: Tacto (1%), Oído (2%), Vista (5%), Gusto (15%) y Olfato (35%).
Estudios como este han hecho que se desarrolle el llamado marketing olfativo, poco conocido por la mayoría de personas, excepto por los publicistas. En realidad el marketing olfativo está más presente de lo que pensamos. Solo hay que recordar aquel olor tan agradable y atrayente de aquella tienda en la que estuvimos cierto día…
La influencia de los aromas en las decisiones de compra se consigue de varios modos en función del tipo de negocio al que se aplica y el resultado que se quiera conseguir.
El uso más habitual es aquel que pretende conseguir un efecto determinado en el cliente: relajante, calmante, excitante o refrescante… utilizando unas u otras fragancias, en función del tipo de negocio.
Las más habituales son:
Tiendas de ropa: Vainilla, considerado muy femenino, o algodón recién lavado.
Zapaterías: Cuero, transmite calidad y elegancia clásica.
Bricolaje: Césped recién cortado.
Farmacias y clínicas: Polvos de talco, sugieren los cuidados maternos.
Decoración: Chocolate, galletas o pastel de manzana, que evocan el hogar.
Tiendas para niños: Chicle o colonia infantil.
Vinotecas o bodegas: Madera de roble, tierra mojada.
Comida rápida: Chocolate con naranja, hierbabuena.
Panaderías y pastelerías: Chocolate con naranja, vainilla.
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AMBIENTADORES Y AROMATERAPIA
La aromaterapia es una disciplina terapéutica que busca la armonía del cuerpo y la mente a través de ambientadores naturales como aceites esenciales y las plantas aromáticas.
Dependiendo del tipo de planta, tiene distintas propiedades y nos transmite diferentes tipos de energías.
Limón: transmite limpieza y frescura, también reduce el estrés.
Naranja: se considera antidepresiva.
Mandarina: calmante y sedante.
Lavanda: tiene un efecto tranquilizador, sedante. Recomendable para rebajar el nerviosismo y la depresión.
Pino: refrescante y desodorante. Genera sensación de bienestar. Energizante.
Canela: es un estimulante mental, reduce la fatiga.
Tomillo: energizante.
Romero: refrescante y desodorante. Estimulante, por ello es recomendable vitar su uso en la noche.
Cedro: elimina el estrés.
Enebro: facilita la concentración y alivia el cansancio.
Pimienta negra: estimulante.
Geranio: antidepresivo. Estabilizador emocional.
Menta: estimulante de la actividad cerebral y facilitador de la concentración.
Manzanilla: efectos calmantes físicos y mentales.
Vainilla: reduce el estrés.
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TIPOS DE AMBIENTADORES
Cuando hablamos de ambientadores podemos hacerlo de muchos tipos y de distintos aromas. Obviamente, a causa de la evolución de este producto, cada vez son más los modelos de ambientadores que hay en el mercado.
Entre toda la variedad de ambientadores los más comunes que podemos encontrar son:
Varitas difusoras: tambien llamadas Mikados, son un tipo de ambientador muy curioso, ya que en un tarro de cristal se vierte el líquido que contiene el aroma y se meten unas varitas de madera. Estas varitas se impregnan del aroma y van dejando la fragancia poco a poco, cada dos o tres días se les va dando la vuelta. Son, además, muy decorativas.
Pulverizadores: son los ambientadores más comunes y en el mercado podemos encontrar diferentes tipos de fragancias. Son muy prácticos, se pueden transportar muy fácilmente y su efecto es inmediato.
Velas perfumadas: cuando encendemos una vela, desprende su olor por toda la estancia. Si es de calidad el olor se impregna y es duradero. Tiene el inconveniente de que necesita supervisión mientras está encendida.
Popurrí: estos ambientadores naturales se tratan de una variedad de hojas, pétalos y plantas aromáticas que podemos colocar en un cuenco, por ejemplo. Además de tener una fragancia maravillosa, también nos pueden servir como elemento decorativo.
Incienso: esta variedad de ambientador se puede utilizar tanto en varitas como en conos. Con ellos, también podemos aportar a nuestro hogar un toque exótico.
Saquitos perfumados: muy recomendables para armarios, zapateros, cajones. Es la mejor manera de que nuestra ropa no absorba el olor a cerrado. En el caso de los saquitos de lavanda, su fragancia característica mantiene alejadas a las polillas.
Brumizadores: son potentes difusores de perfume, eléctricos y que cubren grandes superficies soltando brumas que se esparcen por todo tu hogar o negocio. Por su funcionamiento, los brumizadores para el hogar no solo crearán un ambiente cálido con un olor agradable, sino que también humidificarán los espacios. Además, podremos utilizarlos en cualquier momento (una vez que lo encendamos, enseguida, notaremos su presencia) y apagarlos cuando no los vayamos a necesitar (por ejemplo, mientras el negocio esté cerrado).
Ambientadores para coches: los mejores están en un formato de pequeño tarro cerrado con tapón de madera que deja transpirar sutilmente el aroma. Los ambientadores de coche de calidad producen un aroma agradable y sutil, no empalagosos ni que producen mareo o repulsa a los usuarios.
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CUIDA LA CALIDAD
Por último, pero no menos importante, tener en cuenta la calidad del ambientador. Asegúrate de comprar siempre un ambientador de calidad. No escatimes en calidad porque un ambientador es una sustancia que vamos a respirar.
Existen ambientadores baratos que además de ser una ofensa para el olfato, llevan sustancias nocivas para la salud.
Un buen ambientador es fácilmente reconocible. Primero por su fragancia, que notarás natural y libre de aromas químicos artificiales. Puedes leer la composición y escoge aquellos que incluyan más ingredientes naturales.
Los buenos ambientadores no serán los más baratos que encuentres, pues lógicamente los ingredientes naturales como son los aceites esenciales, tienen unos costes mayores de elaboración.
Por otro lado un buen ambientador no tiene porqué ser caro.
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Solo trabajamos con fragancias de reconocida calidad, para que no te lleves sorpresas desagradables. Al contrario, queremos que disfrutes de la mejor experiencia sensorial posible.
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