Con la llegada del buen tiempo, el jardín o la terraza se convierten en el alma de la casa. No hay nada como compartir una comida al aire libre, rodeado de plantas, buena compañía y una decoración que invite a quedarse.

Diseñar una zona de comedor exterior funcional, cómoda y con estilo es más sencillo de lo que parece, si se tienen en cuenta algunos principios básicos de distribución, mobiliario, sombra e iluminación.

Tanto si dispones de un amplio jardín como de una terraza urbana, aquí tienes las claves para crear un espacio perfecto donde disfrutar del verano al aire libre.

 

Define el espacio con lógica y estilo

Antes de colocar mesas y sillas sin criterio, es importante delimitar visualmente la zona de comedor. Esto puede hacerse de distintas formas:

  • Con una alfombra exterior resistente al sol y la humedad

  • Usando jardineras, celosías o separadores vegetales

  • Aprovechando el cambio de pavimento (madera, piedra, baldosa decorativa)

Este gesto no solo aporta orden y coherencia al conjunto, sino que crea la sensación de un espacio más acogedor y definido.

 

Elige una mesa según el espacio disponible

La mesa es el corazón del comedor exterior. Su elección dependerá del tamaño del espacio y del uso que le des:

  • Para jardines grandes, apuesta por mesas amplias de madera, metal o cerámica que puedan acoger a toda la familia y amigos.

  • En terrazas más reducidas, las mesas redondas o plegables son ideales para optimizar el espacio.

  • Las mesas extensibles permiten adaptarse a distintas situaciones, desde cenas íntimas hasta reuniones veraniegas con muchos invitados.

Opta por materiales resistentes al exterior, fáciles de limpiar y que encajen con el estilo general del espacio.

 

Asientos: comodidad ante todo

No hay peor enemigo de una comida al aire libre que una silla incómoda. Invierte en sillas ergonómicas, con cojines desenfundables y tejidos preparados para resistir el sol y la humedad. Algunas ideas:

  • Sillas con respaldo alto o brazos para reuniones largas

  • Bancos de madera o metal con cojines para dar un toque informal

  • Sillas apilables o plegables si el espacio es limitado

Si quieres elevar el confort, añade un rincón relax con sillones bajos, puff o incluso una hamaca cercana al comedor.

 

Protección solar: imprescindible

Una zona de sombra bien planteada hace que el espacio sea habitable incluso en las horas más calurosas del día. Algunas opciones según el estilo y el espacio:

  • Pérgolas de madera o aluminio con toldo retráctil

  • Sombrillas de brazo lateral, ideales para terrazas

  • Velas tensadas, modernas y ligeras

  • Enredaderas o plantas trepadoras sobre estructuras

La sombra no solo aporta confort térmico, también ayuda a proteger los muebles y textiles del deterioro solar.

 

Iluminación ambiental para cenas inolvidables

Cuando cae el sol, la magia llega con una iluminación suave y envolvente. Lo ideal es combinar distintos tipos de luz:

  • Guirnaldas LED colgantes sobre la mesa o en la pérgola

  • Faroles de suelo o sobremesa con luz cálida

  • Velas decorativas o antorchas para un extra de atmósfera

  • Focos solares en zonas de paso o junto a plantas decorativas

Evita luces frías o excesivamente potentes. La clave está en crear un ambiente relajado y acogedor.

 

Detalles que marcan la diferencia

Una mesa bonita invita a sentarse. Cuida los detalles decorativos:

  • Manteles o caminos de mesa en linos naturales o algodón

  • Vajilla de melamina o cerámica colorida

  • Centros de mesa con flores, ramas secas o velas

  • Servilletas de tela y cristalería resistente

Jugar con los colores, las texturas y los materiales puede convertir una mesa sencilla en una experiencia estética y sensorial.

 

Vegetación: el mejor telón de fondo

Rodear tu zona de comedor de plantas aporta frescor, vida y privacidad. Algunas ideas:

  • Macetas grandes con arbustos o bambú

  • Enredaderas sobre celosías o pérgolas

  • Aromáticas como lavanda, romero o menta para ahuyentar insectos

  • Flores de temporada para dar color y alegría

Un entorno verde es clave para que el comedor exterior sea un verdadero refugio estival.

 

Pensado para usar (de verdad)

Finalmente, no olvides que la zona de comedor debe ser funcional y fácil de mantener. Apuesta por materiales duraderos, textiles lavables, soluciones de almacenaje cerca (un baúl, una estantería auxiliar) y elementos que te faciliten el día a día: desde una fuente de agua cerca, hasta una pequeña barbacoa portátil o una bandeja de servicio.

 

Diseñar una zona de comedor exterior perfecta para el verano no requiere grandes inversiones, sino sentido práctico, creatividad y una buena selección de materiales. Sea cual sea tu espacio, puedes transformarlo en un rincón de disfrute diario, donde el verano se viva a través de las reuniones, las sobremesas y los momentos compartidos al aire libre. Porque comer fuera, cuando se hace con estilo, es mucho más que comer: es saborear el verano con todos los sentidos.