Según los expertos, se considera que un perro es mayor (o senior) a partir de los seis o siete años. Las razas grandes envejecen más rápido que las pequeñas, por lo que hay cierto margen en esa línea de tiempo.

La realidad es que el envejecimiento de un perro es como el de un humano; algunas llegan fuertes y sanos a la vejez, mientras otros alcanzan sus años dorados ya cansados.

Hay muchas cosas que podemos hacer, antes de que nuestro perro entre en esos años, para ayudarle. Si nuestro perro aún no tiene seis o siete años, o tal vez los acaba de cumplir, es buen momento para echarle un buen vistazo a su estado físico.

Es más fácil para un perro mayor estar sano si envejece con una buena base de salud. Si su can necesita perder peso o desarrollar fuerza, es más fácil conseguirlo cuando es más joven.

A medida que envejecemos, nuestras necesidades cambian. Los mismo pasa con nuestro perro. Es posible que debamos cambiar la comida que hasta ahora, como adulto joven, le ha funcionado bien.

También es posible que tengamos que ajustar la rutina de ejercicios que hasta ahora le ha mantenido en forma. También será necesario convertir el hábito anual de llevarlo al veterinario, en un hábito bianual.

Si bien los perros mayores pueden vivir vidas largas, felices, saludables y plenas, depende de nosotros modificar su cuidado para que esto suceda.

Profundicemos en algunos aspectos a tener en cuenta para cuidar de nuestro perro mayor adecuadamente: tener en cuenta su forma física, su salud y bienestar y asegurarnos de que tenga una vejez feliz y cómoda.

Manteniendo su forma física

Consultemos con el veterinario de confianza sobre el peso de nuestro perro. ¿Hay algo preocupante? ¿Necesita ganara o perder algunos kilos para estar en mejor forma? Pídele consejos a tu veterinario. Algunos pueden ser tan simples como darles menos comida, llevar a cabo una rutina de ejercicios específica, etc.

Si estamos luchando por mantener bajo el peso de nuestro perro senior, aquí van tres ideas sencillas que pueden ayudar:

1- Cambiar las golosinas compradas en la tienda por frutas y verduras frescas. Las zanahorias, las rodajas de manzana, etc, son excelentes golosinas bajas en calorías para los perros que todavía merecen recibir golosinas (es decir, ¡todos!), pero que también necesitan mantener a raya su peso.

2- No te saltes los paseos. Es difícil, cierto. Nuestros horarios están ocupados, en invierno hace mucho frío y en verano mucha calor, pero si quiere que su perro dure muchos años y lo haga en buenas condiciones, realiza esos paseos diarios.

Es fantástico para él mantener sus articulaciones en movimiento, sus músculos trabajando y su corazón latiendo. Añade un poco de distancia (una manzana más, dos casas más, una segunda vuelta, etc) o una segunda caminata cada día para mejorar realmente la condición física de tu perro.

3- Cuidado con las sobras de la mesa. Es fácil caer, ¿quien no lo ha hecho alguna vez? Pero todos esos bocados van sumando y, sobre todo, en la edad adulta pueden llegar a ser un verdadero problema relacionado con el sobrepeso. Estos comportamientos son bastante comunes en los niños más pequeños, por lo que será necesario mostrarles claramente con palabras y con nuestro propio ejemplo, que no es nada conveniente para la salud de la mascota, darle comida de la mesa.

Además del sobrepeso, hay motivos añadidos por los que no darles comida de nuestra mesa, y es que con la edad son comunes en nuestro perro mayor los problemas digestivos, por lo que les conviene evitar darles alimentos que no sean sus habituales.

Salud y bienestar

A lo largo de la vida de nuestra mascota, el veterinario debe ser nuestro «socio» en el cuidado de su salud. Lo habitual, durante los primeros años y edad adulta, son los chequeos anuales y mantener sus vacunas al día.

Ahora bien, a partir de los seis o siete años, cuando nuestro perro se hace mayor, este necesitará mayor atención veterinaria. Un perro senior debería ir al veterinario al menos dos veces al año. Una de las visitas debería incluir una analítica de sangre, ideal para tener una idea de cual es su estado de salud, especialmente en la parte más temprana de su edad adulta. Esta acción será útil como medida preventiva.

Por otro lado, muchos perros que envejecen experimentan efectos similares de cuando envejecen los humanos, como por ejemplo:

  • Disminución o pérdida de la visión
  • Disminución o pérdida auditiva
  • Problemas digestivos
  • Dolores articulares
  • Obesidad
  • Problemas cardíacos
  • Cáncer

La buena noticia es que, gracias a la medicina veterinaria, la mayoría de estos problemas son tratables, manejables e incluso curables.

Y recuerda: un perro en buena forma costará menos en atención veterinaria a largo plazo. Vale la pena mantener a nuestro perro en un peso saludable, alimentarlo con alimentos saludables y que haga ejercicio. Alimenta a tu perro con la mejor comida para mascotas que te puedas permitir (no escatimes en esto), sal a caminar con él y mantente al día con los cuidados preventivos.

Vejez feliz y cómoda

Sea lo que sea que haga feliz a tu perro, encuentra formas de incorporarlo a su rutina diaria, no solo en ocasiones especiales. Cada día es una ocasión especial.

Para los perros mayores, la «diversión» puede que no sea pasar largas horas persiguiendo una pelota en el parque, pero sin duda que hay formas en las que nuestro querida mascota, ya mayor, podrá disfrutar de lo lindo. Dedícale tiempo, sal a pasear con él, no escatimes las caricias ni tus muestras de cariño hacia él.

La felicidad también significa comodidad. Tal vez nuestro perro necesite una manta térmica en invierno o una alfombrilla refrescante en verano. O tal vez solo quiere su juguete esponjoso a los pies de su cama… y tal vez una rampa para ayudarlo a llegar allí.

Presta atención a dónde prefiere dormir tu pero, si busca calor o frío. Mira si puedes hacer ajustes en tu piso o casa de alguna manera para que tu perro mayor se sienta más cómodo.

Él se lo merece.