Durante los fríos meses invernales y ante la amenaza de heladas, es necesario tomar medidas de precaución para proteger las plantas, árbustos y árboles de la exposición a las heladas.

La manera más común para protegerse de las heladas es con el uso de algún tipo de recubrimiento. Casi cualquier cosa va a funcionar, mantas o sábanas viejas e incluso sacos de arpillera son los mejores. También se venden recubrimientos fabricados para esta finalidad como, por ejemplo, las lonas de protección invernal de polipropileno.

Al cubrir las plantas, se pueden asegurar con estacas, piedras o ladrillos. Cubriendo las plantas de jardín durante la noche le ayudará a retener el calor y protegerlas de las heladas. Sin embargo, es importante que las cubiertas se retiren una vez que salga el sol a la mañana siguiente, de lo contrario, las plantas pueden ser víctimas de asfixia.

Otra forma de proteger las plantas es regarlas un día o dos antes de la helada que se espera. El suelo mojado tendrá más calor que el suelo seco.

Algunas personas utilizan acolchado para sus plantas de jardín. Esto está bien en algunos casos, sin embargo, no todas las plantas tolerarán acolchado pesado, por lo que puede ser necesario mejor cubrirlas.

Material de acolchado que se puede utilizar es la paja, las hojas y la corteza de pino, así como hojas amontonadas sin apretar. El mantillo ayuda a mantener la humedad y durante el tiempo frío, mantiene el calor. Cuando se utiliza abono, trate de mantener la profundidad de alrededor de dos a tres centímetros.

Con estos prácticos y sencillos consejos podremos mantener nuestras plantas vivas a pesar de las tan temidas heladas invernales.