Un perro nervioso es un perro estresado y se caracteriza por dormir poco, romper cosas en casa, estar demasiado delgado y tener reacciones desproporcionadas ante estímulos como, por ejemplo, el sonido del timbre.
Estos problemas de comportamiento disminuyen su calidad de vida y afectan a la convivencia con los dueños.
El hecho de que el can nervioso coma de manera atropellada le puede acarrear, además, problemas digestivos. Por ello, en ciertas ocasiones, tras comer muy deprisa pueden vomitar, incluso que se produzca una torsión de estómago.
Por ello, cuanto antes se detecte y trate el problema de nerviosismo en el perro, mejores resultados se obtendrán. Según los expertos, la mejor edad para reeducar a un perro con problemas de nerviosismo es antes de los seis meses de edad.
Para ello, en el hogar se pueden tener en cuenta las siguientes pautas, con el fin de disminuir el grado de estrés de su perro y conseguir que esté más relajado.
Averigue las causas
El primer paso es averiguar la causa del nerviosismo del perro. Un can puede ser muy nervioso por razones de carácter genético, ambiental o educacional.
Hay que tener en cuenta que en algunos casos el animal puede ser hiperactivo, de ahí su nerviosismo, y entonces necesitará un tratamiento farmacológico.
Por eso, es importante acudir al veterinario con el perro que es nervioso para descartar problemas de otro tipo como la hiperactividad.
Ejercicio contra el estrés
El ejercicio físico fuera de la vivienda ayuda a que el animal esté más relajado en el hogar. Un can que da largos paseos a diario, corre y salta por el parque dormirá mejor y más tiempo, además de estar menos nervioso.
Por otro lado, los perros nerviosos también deben evitar en casa ciertas actividades que puedan implican demasiada actividad. Se recomiendan los juegos relajados en el hogar.
Las actividades dentro de la vivienda conviene centrarlas en las normas de obediencia canina, como enseñarle a que se siente o se tumbe y ofrecerle un premio a cambio.
Los juegos como correr tras la pelota o saltar es mejor dejarlos para cuando se sale fuera. De esta manera, reforzamos la conducta serena y tranquila, y no el nerviosismo en el hogar.
Tratamiento para perros nerviosos
Los compuestos hormonales con determinados aromas ayudan a que el animal esté más relajado. Las feromonas olfativas que libera la perra cuando amamanta a sus cachorros calman al perro.
Por ello, las empresas que comercializan productos caninos las han envasado para que estos animales se beneficien de sus efectos relajantes.
Sin embargo, las feromonas de efectos relajantes para los perros no son efectivas para un animal nervioso, a menos que se combine con otras actuaciones para evitar su nerviosismo.
Contra el estrés del perro, todos a una
Todos los que conviven con el perro en el hogar deben utilizar las mismas pautas de comportamiento con él. De esta forma, se evitan incoherencias que provoquen que el can se muestre más nervioso.
Es el caso de adoptar las mismas normas en cuanto a la duración de los paseos o los tipos de juegos que es más aconsejable practicar con el perro.