El ciprés mediterráneo (Cupressus sempervirens en bótanica) ha sido utilizado como ornamento en nuestros jardines desde épocas grecorromanas.

Como su nombre indica, se trata de un árbol originario del Mediterráneo y que aún hoy es un elemento esencial de nuestro paisaje.

Existen numerosas variedades dependiendo del uso que le daremos a la planta (para hacer setos, como cortavientos, etc.). En el caso de que lo queramos plantar como elemento aislado en nuestro jardín, la variedad más utilizada es el Cupressus sempervirens totem.

El nombre de totem ya nos da pistas de como será este ciprés. Se trata de una variedad de hoja muy tupida y porte extremadamente estrecho y alto.

Este ciprés, es el clásico que podemos encontrar marcando los caminos de acceso a masías o casas de campo o marcando límites de parcelas agrarias.

Debido a su longevidad (algunos ejemplares pueden vivir más de 1000 años) se ha utilizado como símbolo funerario en cementerios mediterráneos a lo largo de siglos.

El ciprés mediterráneo tiene un crecimiento muy rápido y puede alcanzar con facilidad los 30 metros de altura. Evidentemente, y por causa de su origen, se adapta perfectamente a nuestro tipo de clima.

La dureza de su madera hace que esta se haya utilizado desde siempre para fabricar barcas. Hay leyendas que cuentan que el Arca de Noé estaba hecha con este tipo de madera.

Los cipreses también han sido fuente de inspiración de numerosos artistas. Pintores, escritores y poetas han visto reflejados en el ciprés sus estados de ánimo. Neruda con sus versos y Van Gogh con sus pinturas son unos claros ejemplos.

En nuestro Centro de Jardinería podrás comprar diferentes variedades de ciprés y en diferentes formatos. Nunca puede faltar el toque mediterráneo que da un ciprés en tu jardín. Te esperamos.