Son muchos los amantes de los animales que, además, disfrutan de cultivar plantas en el hogar, ya sean en el jardín o en el interior.
Si tienes un gato como mascota y eres de las que gusta de tener plantas en casa, será bueno tener en cuenta qué plantas podemos utilizar sin que supongan ninguna amenaza a la salud de nuestra mascota y, por otro lado, cuales tenemos que evitar.
Plantas aromáticas
Hay un grupo de plantas que, de forma general, no suponen ninguna amenaza para los gatos; son las aromáticas. Destacan las tan conocidas menta, lavanda, tomillo, romero, albahaca, perejil, ajedrea…
Estas plantas como norma deben cultivarse en exterior y recibir unas cuantas horas de sol al día. Con respecto al riego, con 3 veces a la semana será suficiente en verano y menos el resto del año.
Hierba de gato
Esta planta, también conocida como «Menta gatuna», «gatera», etc, es una planta herbácea muy sencilla de cuidar. Tan solo necesita ubicarse al exterior para que reciba luz solar directa, y recibir 2 o 3 riegos semanales.
Se le llama por ese nombre «Hierba de gato», porque desprende un suave aroma que suele atraer a los gatos.
¿Porqué les gusta tanto esta planta a los gatos? La responsable de la respuesta del gato a la hierba gatera es una molécula llamada napetalactona. Se cree que esta molécula puede estar relacionada con la activación de las áreas del sistema nervioso central responsables de la conducta sexual del gato.
La hierba de gato no solo es inofensiva para nuestras mascotas, sino que, además, es beneficiosa. Algunos juguetes y accesorios para gatos del mercado incorporan hierba gatera con el objetivo de incitar al juego y animar al animal a realizar actividad física. Desde este punto de vista, la hierba de los gatos resulta una buena aliada en la lucha contra el sobrepeso y la obesidad.
Además, sirve para estimularlos mentalmente, algo que en etología se conoce como enriquecimiento ambiental y que es muy beneficioso para mantener la salud psicológica de cualquier animal.
Orquídeas
La orquídea es una de las plantas de interior más común en los hogares por su gran belleza. Si tienes gatos y te gusta cultivar orquídeas, tenemos buenas noticias: son plantas completamente inofensivas para ellos. Normalmente los gatos no suelen morderlas, es raro que lo hagan, aunque en caso de hacerlo eso no supondría ningún problema para su salud.
La orquídea no es una planta de cultivo fácil, por lo que no es la mejor opción para los pocos experimentados. Necesitan una humedad ambiental alta, un sustrato específico capaz de drenar con gran facilidad el agua y temperaturas cálidas.
Evitar siempre (esto aplica a prácticamente todas las plantas de interior) las corrientes de aire y, sobretodo, los cambios bruscos de temperatura.
Cactus y Crasas
Estas plantas son las preferidas por lo principiantes, no solo por su belleza y originalidad, sino sobretodo porque requieren muy pocos cuidados.
Es por eso que es muy fácil encontrar cactus y plantas crasas en muchos hogares, incluidos lo que tienen a algún gato como mascota.
¿Son una amenaza para nuestro gato estas originales plantas? No, si sabemos escoger las adecuadas. Evitaremos siempre las que tengan pinchos (obvio), y dentro de las plantas crasas asegurarnos de que la variedad que escogamos no contenga látex tóxico en su interior. Un ejemplo concreto de planta crasa que sí contiene ese látex es la Euphorbia.
Palmeras
Otro clásico de nuestro jardines y también del interior de nuestros hogares, sobretodo en la zona mediterránea, son las palmeras.
Algunas de las palmeras más usadas son la Kentia (una planta de una gran elegancia) y la Areca, que no suponen ningún riesgo para los gatos.
Sin embargo, sí que hay algunas plantas con aspecto de palmera (aunque no lo son), como las Cycas, que sí que son tóxicas para los gatos.
Estas plantas necesitan sol y riego moderado. Si las tenemos en interior, como es el caso de la mayoría de las kentias y arecas, podemos ubicarlas cerca de una ventana para que pueda recibir suficiente luz solar para desarrollarse correctamente.