Julio es por excelencia el mes preferido por los amantes del sol y el calor en el hemisferio norte. No todo el mundo es consciente, pero este mes es uno de los meses en los que nuestras plantas más van a requerir de nosotros.
Y es que julio es un mes crítico; por sus altas temperaturas y porque es ahora cuando más tiempo vamos a pasar y disfrutar en nuestros jardines y terrazas.
Para poder disfrutar del jardín como se merece, vamos a repasar algunas de las tareas más necesarias para disfrutarlo plenamente: desde las más obvias (como puede ser el riego del césped o pasar revista al estado de las flores) a otras menos conocidas pero igual de importantes (como podar setos o controlar plagas).
RIEGO
Julio es el mes más exigente en cuanto a riego para el jardín. El incremento de la temperatura hace que tengamos que tener especial atención para que nuestro jardín no pase sed, no solo para evitar que se nos puedan estropear algunas plantas sino también para que todo el trabajo de los meses de primavera no se arruine.
Es importante que una vez a la semana nos planteemos hacer un riego más profundo dirigido de manera fundamental a las raíces (especialmente en el caso de los arbustos, árboles y plantas en floración).
Es recomendable evitar que la manguera esté al sol, no solo porque puede estropearse con las altas temperaturas sino porque, además, no es recomendable que el agua de riego esté caliente.
ABONADO
Con vistas a ayudar a la floración de nuestras plantas, durante el mes de julio es más que recomendable abonar convenientemente nuestras plantas en flor.
Una forma de alimentar esa regeneración constante de aromas y colores con la que nos regalan. Una ayuda para estimular su actividad sin perder fuerza ni energía.
Aunque el abono depende de la necesidad de cada planta, es recomendable un abono bajo en nitrógeno. Evitaremos abonar nuestras plantas en horas de máxima exposición solar, ya que el sol puede quemar nuestras plantas.
PODA
Aunque es poco conocido, julio es un mes fundamental para la poda de arbustos, setos y árboles ornamentales.
Sin embargo, éstos no son los únicos que necesitan de un buen tijeretazo: si tenemos plantas trepadoras (como la Glicinia o la Parra Virgen), es importante aprovechar este mes para rebajar el volumen.
No es esta la única labor que necesitará de las tijeras de poda: tendremos que eliminar maderas viejas de nuestros árboles y arbustos, eliminaremos los chupones de rosales y arbustos, y quitaremos las ramas y flores secas de nuestras plantas en floración para no restarles energía.
PLAGAS Y ENFERMEDADES
Y dejamos para el final la que es, quizás, la tarea menos apetecible de todas. Y es que, con la subida de temperatura, no es solo momento de disfrutar de las flores sino también de esas plagas que vienen para arruinar nuestras plantas.
Con la llegada de julio, podemos tener identificadas qué plagas encontraremos en el jardín: araña roja, cochinilla, mosca blanca y pulgón son las más habituales. Y lo que es peor: tratarán de nutrirse de los tallos jóvenes (ricos en savia) y nuestra única manera de parar su invasión será con tratamientos específicos.
Los caracoles también vendrán a visitarnos y hay que controlarlos. Procura utilizar abonos e insecticidas naturales, recuerda que las ortigas pueden ser un buenas aliadas.
EL CÉSPED
Si tienes un césped clásico, pasa el cortacésped con menor frecuencia y deja la hierba más alta para evitar que amarillee. Vigila que no le falte riego. Si no hiciera tanto calor conviene actuar como en junio.
Antes de salir de vacaciones siega el césped antes de ausentarte, pero dejando dos tercios de la altura: así aguantará mejor el efecto del sol durante un par de semanas.
Pásale el rodillo de púas o escarificador para que absorba bien el agua, y revisa el sistema de riego y los aspersores.