El aumento de las temperaturas también promueve las plagas y enfermedades entre las plantas.

Conviene prestar atención desde el inicio mismo de la primavera, para evitar una invasión descontrolada de pulgones, cochinillas, gusanos de la tierra, ácaros, moscas blancas, caracoles, babosas u otras plagas que pueden hacer mucho daño. Estos animalitos no entienden de virus ni coronavirus…

Hay que vigilar de cerca y con frecuencia las yemas, los nuevos brotes y los capullos de todas las plantas.

Según el tamaño de la infección, se podrá actuar con un poco de algodón empapado en alcohol, quitar los parásitos con una pinza o con la mano o bien hará falta aplicar un plaguicida específico.

Si las plantas afectadas están en macetas, en cuanto se detecta un problema, lo mejor es aislarlas del resto para evitar contagios.

En caso de que estén en el jardín, para tal fin habrá que pulverizar todo el ejemplar con agua jabonosa.

Junto con el peligro de las plagas figura el de las malas hierbas, que además de afear el aspecto del conjunto consumen muchos nutrientes y, con el tiempo, afectan a la salud de las plantas.

Se recomienda quitar la maleza de forma exhaustiva, es decir, desde la raíz, para evitar que brote de nuevo.

También hay que mantener corto el césped en el jardín, lo cual reduce la expansión de estas especies.

Es un trabajo que puede resultar duro y algo cansado, pero el jardín lo agradece.

Y recuerda que si tienes alguna duda con relación al cuidado de tus plantas puedes contactar con nosotros en cualquier momento.

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