Los ficus son resistentes y fáciles de cultivar.

El ficus elimina sustancias volátiles del ambiente.

Necesitan mucha luz, pero alejados del sol directo y riego regular moderado.

Utilizaremos un sustrato específico para plantas de interior.

Es aconsejable transplantarlos cada dos a tres años.

La tierra debe permanecer ligeramente húmeda.

Abonaremos con un fertilizante para plantas verdes cada 15 días.

Podemos encontrar varias variedades de ficus: el frondoso Ficus benjamina, el Gomer
(Todo un clásico que se renueva con nuevas variedades), el Ficus lyrata muy cotizado
como planta de interior, el Ficus «Alii» de hojas largas y estrechas, el Ficus
«Audrey» una variedad muy original aún por descubrir, el Ficus «Ginseng» que
recuerda un bonsái.

Los ficus siempre tendrán un lugar dentro de casa por su facilidad de cultivo y la
su resistencia.