Existe una conducta bastante común en un alto porcentaje de gatos y que sorprende a todos los propietarios de los que la presentan: se trata de «rascar» o remover con la pata la superficie del agua antes de beber; algo que incomoda al dueño porque la zona del bebedero está siempre salpicada y le desconcierta porque no es fácil saber realmente a qué es debido.
Es algo curioso: muchos gatos se acercan al bebedero y comienzan a escarbar en la superficie del agua; incluso algunos mueven el recipiente derramando el contenido.
Desde hace años, los expertos hablan de esta extraña conducta que presentan muchos gatos y para la que no hay una respuesta científicamente constatada.
Se opina que quizá el gato teste la temperatura del agua, o que sea un comportamiento innato de pesca o, incluso, un juego.
Sin embargo, la teoría más aceptada y que responde a la lógica más racional es la que considera que el gato «rasca» el agua o mueve el bebedero para generar ondas en su superficie y poder ver exactamente a qué altura está el nivel del agua. Por su configuración ocular, el gato no es capaz de ver lo que hay justo delante de su nariz… Con este truco, el gato ya puede calcular las distancias porque ve las ondas en toda la extensión del bebedero.
Esta conducta sería la mezcla entre lo que conservan por instinto y lo que aprenden cuando son cachorros, ya que el método de ensayo-error es válido para cualquier ser vivo; si un gatito introduce la nariz en el agua antes de beber, algo que aborrece, la próxima vez se buscará algún método para evitarlo.
Y también hemos de mencionar las leyendas (que pueden tener su parte de realidad) acerca de las razas del bosque, como el Maine Coon… Argumentan que estos gatos de frías latitudes conservarían su instinto ancestral de «mantener limpia la superficie del agua de hojas o insectos» o de «romper la fina capa de hielo mediante esta conducta.
Parece, no obstante, que gana fuerza la teoría general de «situar» el nivel del agua para explicar este curioso comportamiento.