Las heladas son uno de los principales enemigos de las plantas y el jardín, ya que pueden causar graves daños si no se toman las medidas adecuadas.

Las bajas temperaturas pueden provocar la congelación del agua dentro de las células vegetales, lo que afecta a su metabolismo y a su estructura.

Además, las heladas pueden favorecer la aparición de plagas y enfermedades que debilitan aún más a las plantas.

Por eso, es importante tomar medidas preventivas para proteger tus plantas y jardín de las heladas y evitar que se marchiten, se quemen o se mueran.

En este artículo te damos algunos consejos prácticos y sencillos para que puedas cuidar de tu jardín durante el invierno y disfrutar de su belleza todo el año.

Entutorar y proteger los arbustos

Si son de porte erguido, será preciso entutorar los árboles y arbustos para que el viento no los tumbe. Si fuera necesario, se podría colocar un parapeto permeable en zonas muy expuestas del jardín.

Los arbustos recién plantados o muy jóvenes, que son susceptibles a sufrir las heladas o que pueden troncharse por el peso de las nevadas, se tendrán que atar con una cuerda enrollada alrededor, en forma de espiral, hasta su ápice, para que pasen el primer invierno protegidos y se vayan aclimatando

Proteger árboles y arbustos

Los arbustos delicados y algunas variedades de frutales deben ser protegidos de las heladas especialmente en los primeros años. Las lonas de protección hivernal son muy útiles para ello. Podemos utilizarlas preventivamente ante la previsión de heladas.

Los árboles recién plantados deben entutorarse para que el viento no los mueva y las raíces arraiguen.

Cuidado con las ataduras de los tutores: para que no dañen el tronco es conveniente recubrirlo con arpillera de yute; las bridas pueden ser de goma, con presilla corrediza, o bien cuerdas de yute entrelazadas.

Conservar los setos

Los setos funcionan en general como auténticas barreras de protección para otras plantas, pero la acumulación de nieve y agua en la superficie puede dañarlos.

Para protegerlos conviene podarlos con una ligera pendiente en la zona superior, así la nieve y el agua no se depositarán sobre ellos ejerciendo un sobrepeso. 

Si hay riesgo de heladas

Ante el riesgo de helada, lo mejor es que el suelo esté húmedo, ya que así contará con mayor inercia térmica. Esto es especialmente importante para las plantas en tiesto. Si, además, lo acolchas con mulching (mantillo, cortezas de pino, paja), mucho mejor.

Riega en las horas centrales del día.

Envuelve con arpilleras, fundas o plástico de burbujas los tiestos de la terraza para evitar que se rajen por acción del frío.

En general, si se preven heladas, no es conveniente abonar con fertilizantes ricos en nitrógeno, ya que al activar el crecimiento de la planta favorecen el desarrollo de brotes tiernos, que son más sensibles al efecto del frío nocturno.

Proteger las raíces

Para evitar que las raíces se hielen, conviene cubrir el suelo con una capa de corteza de pino, hojas en descomposición, mulching, paja, o incluso acículas de coníferas.

De esa manera, se aisla la base de la planta de la helada y la descomposición incrementa la temperatura, minimizando el efecto del frío.

Durante el invierno es necesario proteger el pie de los rosales amontonando tierra alrededor de la base.

Trasladar los maceteros

Las plantas en tiestos se pueden resguardar en zonas protegidas, como pérgolas o porches. Por la noche, lo mejor es cubrirlas con arpillera, papel o plástico.

Los invernaderos ofrecen la forma más segura de protección. Los hay de todos los tamaños; de cristal, pero también de pequeños módulos de plástico desmontables.

Si se hiela el estanque…

Si el estanque es pequeño y de poca profundidad, las plantas acuáticas emergentes deben extraerse, ya que el hielo podría estrangular los tallos. Las sumergidas resisten más.

Las plantas flotantes se pueden trasladar a un recipiente con agua y llevarlas a un lugar protegido hasta que pasen las heladas.